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sinletras...Peroconpalabras

PalabrasPropias

Otro 11...

Otro 11... Otro 11 titila, otro 11 azota, avisa, llama, grita... 11-9 en N.Y., 11-4 en Caracas, 11-3 en Madrid... la confrontación directa de la misma fuerza aparentemente iguales para quienes la consciencia ha sido una dura tarea, pero con diferente energía que desafía y repite el llamado al despertar de la humanidad...ciertamente, me uno al sentimiento que honra y agradece a las almas de estos cientos de hermanos que cumplieron con su entrega, "el propósito que los maestros conocen y sirven", al cual nos unimos y agregamos a diario miles de guerreros que en corceles desbocados seguimos la senda del no juicio y la sed, mucha sed de concientizar plenamente la luz propia y una avidez inconmensurable de contribuir a concientizar la luz en tantos hermanos que cumplen su propósito y su sacrificio sin comprender aún el inevitable despertar que este nuevo 11 agita, sacude y seguro, propicia hoy a otros millones en el mundo... la magia, el misterio, la fuerza y la inconmensurabilidad del 11:11 se manifiesta más allá de nuestra limitada comprensión y muy adentro de nuestro Ser Superior respondiendo las preguntas que nadie se atreve a formular porque nadie puede comprender la gran clave que solo juntos hemos de descifrar...
También, Haití, también Irak, también Caracas, también tantos lugares que son reseñados en los medios según la prioridad que illuminati le concede a los hechos, gritan y llaman al despertar con fuerza propia, generando ese nuevo medio de comunicación que se llama "medio de Corazones", que cada vez pulsan más y más fuerte, a compás dispersoal principio, pero increscendo, y cada vez con más fuerza comienza a sonar al mismo ritmo: "Tum-Tum-Tum" todos igual, como los tambores que empujaron nuestros pasos incipientes en las más largas jornadas al Camino de Santiago, bendita senda que arrastró nuestros espíritus ignorando nuestros débiles cuerpos, respuestas que aún siguen llegando a mi conciencia y jamás que se agotarán...
Pongo también en la intención de estas reflexiones toda la luz que el sentimiento de todo el que esto lea, en la prueba que en poco tiempo mi patria experimenta con gran dolor, entereza y fuerza... dolor que experimenta mi patria en su terco e ineludible empeño de purificar a tiempo la energía que rompe corazones para transmutarla en fuerza que unifica y transforma y empodera a millones a la vez para estar a la altura del gran llamado que tantos se ven empujados a responder...
Bendita sea la voluntad de la luz en todos y cada uno de nosotros.... Luz Amor y Poder, restauran ahora el Plan en la Madre Terra... dulce Pachamama, sabia Gaia...
Amor y Luz...

Señor Cupido

Señor Cupido Señor Cupido:
Ud. no me ha jugado limpio. Luego de empujarme a un laberinto, me ha hecho regresar a mi punto de partida y allí estaba todavía, sonriente, tranquilo, seguro... paciente. Eso me da rabia. Ud. me ha retado, yo acepté y ahora resulta que Ud. tenía guardadas todas mis armas y ahora, ninguna funciona, ninguna dispara... todo estaba a la vista de todos, menos a la mía... Me negaba a aceptar que era yo que no quería que me quisieran... Ahora, me dedicaré a averiguar el porqué... De momento, aquí estoy: aún perpleja, ahora plena, sabiéndome querida... !Señor Cupido...!

Debates dilemas dudas titubeos...

Debates dilemas dudas titubeos... ... Me está soportando, me aguanta, me tolera, me tiene toda la paciencia del mundo, me acepta prácticamente sin condiciones, calla y sonríe, paciente, sin prisa... esto simplemente me aterra... me aterra que pueda con todo eso, que pueda conmigo, que me recorra entera toda la gama de manías, mañas, malcriadeces y otras grietas sin titubeos, sin quejarse... eso es demasiado para mí, no me lo esperaba ni nadie lo había hecho.... esto me deja sin armas, me descoloca y me torna completamente vulnerable. Ahora no sé qué hacer ni cómo manejar esto... en mi estupor, dudo y me niego a delatar o siquiera admitir la debilidad de mi falsa fortaleza y me debato entre definir el impacto en mí: ¿Caí en mi propia red? o ¿es simplemente otra trampa de la vida?

En busca de la felicidad...

En busca de la felicidad... Ilustración: Pedro León Zapata

... Así se llamaba el Salón, recientemente cerrado, donde un grupo de cibernautas coincidimos atraídos por tan atractivo nombre. Invariablemente entrábamos y fuimos coincidiendo en tantas otras mañas... nos fuimos acostumbrando a nosotros mismos, a nuestras cuitas, nuestras excentricidades, nuestros lamentos y nuestras risas.. cada uno tenía su encanto y su ruido, y entre todos nos buscábamos a nosotros mismos, en pos de la añorada "felicidad"... fue tanto así, que sin darnos cuenta, se nos fue el tiempo y con él, se fueron cerrando ciclos, fuimos lentamente invadidos y congestionados... asi se nos fué disgregando el encuentro, donde retornábamos en intermitente para tratar de atrapar cálidas emociones que nunca volvieron, pero que nunca olvidamos... momentos tan gratos, increíbles, luminosos, tormentosos y cercanos... nunca olvidaré personajes tan queridos, como el eterno enamorado Tou, la invencible Erika, el chispeante Jim, el sabio Bip, la sabia SelenedePlata, el queridísimo SirLancelot, la inescrutable Pedacito, la intranquila Taki, la supercariñosa Cristylove, el tormentoso Lio, el poeta Menorco, la supermujer Jaio, la insólita EuropeaZahara, la magistral Esebebe, la encantadora Ash, el mentiroso Jacc, la piba Estrella, ...el intelectual Astart; son algunos de los nicks que recuerdo en este instante... Otros cuya cercanía me hizo conocer sus nombres y olvidar sus nicks... Susi, Xavi, Lisugi, Nataniel, y como la felicidad es un compendio del TODO, y no sólo de cosas bellas, no podían faltar los escollos y las sombras: Yastoy y DayWeno, corazones puros con los que el mío terminó estrellado, por lo que los honro con mi culpa, mis penas, mis disculpas y mi perdón... completando así la belleza del todo, en sagrada dimensión: claroscuro de emociones, ying y yang de la vida: ....¿Se puede pedir más de un Salón, llamado y fielmente experimentado como "de la felicidad", encontrado "al azar" por un grupo de bellas almas, en el cyberespacio???
La apoteosis del Salón? El chiste del CUATRO (4): !!!INOLVIDABLE...!!!

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Mensaje a Alejandro Sanz....

Mensaje a Alejandro Sanz.... Alejandro: GRACIAS por desentrañar, describir, revelarme y enseñarme con PALABRAS envueltas en dulces y hermosas melodías, qué carrizo es lo que he estado sintiendo; qué angustias me han azotado; qué alegrías me han iluminado; qué debilidades; qué fuerzas...

Alejandro, Yo Te Amo... pero no como Fan, ni como Mujer, ni como Admiradora incondicional... te amo como un alma que agradece el haber sido develada por tu alma, al igual que a millones, todas conectadas por el hilo de los sentimientos que adornas en auténtica directa, sencilla y certera expresión... Amo también tu falta de poses; tu sinceridad al expresarte: tu desenfado; el brillo ese chiquitico que sale de tu mirada (cuando te ví en un concierto en Caracas, de cerquita, comprobé que no era un truco fotográfico)... ¿qué decir de esos hoyitos que escoltan tus bellísimos labiecitos cuando sonries sin mostrar los dientes... ?

Alejandro, déjame confesarte que igualmente hay cosas que no amo de tí: No amo el no tenerte frente a mí para poder decirte todo esto mirándote a esos ojitos arriba descritos; no amo no saber dónde estás cuando te oigo; no amo esta distancia que me acerca a tu alma sin que tu percibas la mía...

de-moníaco

de-moníaco .....Caminaba airosa por floridos caminos, flotantes y curvados, cual puentes naturales que juguetonamente atravesaba por entre copas de árboles, orillas de ríos, laderas de montañas y bordes de playas... Un desvío casi inadvertido, detrás una prominente cascada, me internó a sus entrañas hasta atravesar su pesado, frio, caudaloso portal acuático que en su garganta atraía a quien lo atravesara.

En efecto, no más alzar la vista, pude ver cómo se erigía una enorme y perfectamente diseñada efigie, que toda en piedra y camuflada entre las deformidades de la pared montañosa, se perfilaba con brotados y definidos ojos de mirada penetrante, pobladas y perfiladas cejas; pómulos pronunciados. Lucía una especie de corona acintillada a su frente, con extraños dibujos que de alguna forma, me parecieron familiares. Su boca era la enigmática entrada a aquella casi imperceptible nueva dimensión, que me atraía con sugestivas e inexplicables sensaciones a desconocidos terrenos que automáticamente me cautivó. Sin saberlo, y casi simultáneamente, sentí miedo. Mis ojos paralizados ante lo desconocido, no parpadeaban. Mi corazón dejó oir sus latidos en aquella inmensidad que tras una densa niebla se escondía tenebrosa y atractiva a la vez.

Atrapada entre la sed de aventura y el terror a lo desconocido, me sorprendí a mí misma avanzando lentamente, alimentando mi curiosidad y tratando en vano de ignorar mi temor. Llegué a rozar una pesada niebla que pendía como si fuese una enorme cortina y penetré en ella, densa y gris. Seguí avanzando hasta atravesarla. Ahora era totalmente visible el panorama, incluso a distancia, lo cual me animó. Respiré profundo y dejé de pensar y dudar. Avancé ahora con paso firme. Distinguí muchas figuras de cuerpos perfectos, de piedra igual que la efigie, que custodiaban misteriosas puertas, de cuyo fondo podía escuchar sugestivas melodías sin principio y sin fin que atraían poderosamente mi atención. Al asomarme, pude distinguir muchas personas que en grupo bailaban animadamente. Sus cuerpos extaciados y rendidos al placer, se exhibían sin pudor y se movían animados sin parar.

Quise explorar primero el terreno y seguí avanzando, enterrando el pánico inicial. Necesitaba ver más, avanzar más, saber más, aprender, entender, experimentar, descifrar todo aquello. Aquel sub mundo me aterraba deliciosamente. Era una fuerte y vivificante emoción que siempre había intuído, pero que nunca había experimentado. Mi corazón se agitaba nuevamente, pero ahora lleno de expectativa. Palpitante, chorreaba precipitadamente mi organismo, produciendo ahora cálidas y relajantes sensaciones que me hacían bajar la guardia y dejar de lado el temor. Mis facciones se suavizaron y se relajó mi voluntad. Ahora mi confianza era plena. Estaba satisfecha de haber superado aquél terror inicial. Seguí avanzando sin dejarme tentar, pero anhelando inconscientemente más misterios que develar. Un masoquismo nuevo en mí, me impulsaba sin temor. Ahora pude divisar a lo lejos, el ambiente era amplio y de geografía variada, predominaban los colores sepia, grisáceos y café. No existía el tiempo y el ocaso era eterno.
Miré una pradera a mi izquierda y pude ver y oir a grandes señores muy bien vestidos, algunos con títulos, cargos y coronas; otros no tenían nada, pero todos pisoteaban a humildes sin ninguna consideración. Al otro lado, vi gentes de todas las edades saqueando riquezas que escondían en apretujados baúles y cada vez querían más. Tras unos tupidos arbustos, prominentes, pesados y grotescos cuerpos devoraban abundantes manjares sin saciar su hambre jamás. En un valle al fondo, vi gentes que con voces enfurecidas se desgañitaban insultando, golpeando y destilando veneno a otras que respondían con igual fervor. En una cima fría y casi sin vegetación, estaban gentes cuchicheando con la vista de reojo, mientras se mordían los nudillos de rabia y se halaban los pelos mientras veían a otros que sólo portaban el estandarte de la felicidad. A la orilla de un caño grande, miles de cuerpos reposaban perezosos; se arrastraban sólo para calmar su sed, sus carnes colgaban como lenguas y sus ojos ojerosos apenas abrían.

Caminé hasta una loma cercana, desde donde podía divisar todo aquel surrealista panorama al mismo tiempo. Mi voluntad me había abandonado y no sabía qué queria hacer. Todos los grupos me invitaban. Algo dentro de mí parecía decir algo que no alcanzaba a oir ni entender. Mis fuerzas y mi entendimiento ya no respondían, como sedados por el vertiginoso andar por tan extraños parajes. De alguna forma aquella extraña atamósfera me absorbió completamente. Bajo este efecto que nublaba mi mente y mi espíritu, retrocedí hasta las puertas bulliciosas custodiadas por efigies y entré sin pensar a la primera que encontré. Dejé de pensar y entregué mi voluntad a mi cuerpo, antes de entrar, ya encendido por el deseo y respondiendo sólo al ritmo de aquella melodía y aquél ambiente turbio y subyugante... Me negué a vendar mis ojos, para así ver las caras y preguntar los nombres; aparenté autosuficiencia, en ocasiones me supe engañada y en otras creí. A veces también fingí... pero yo quería más, seguí en mi afán, claudicando y ardiendo en aquél fuego de colores, contradictoriamente frío y abrasador; saciante y carente; irresistible y temible... Me sentí fuerte, me sentí grande, aún cuando sabía que no lo era. Engañosamente envalentonada, me paseé airosa por la colina de los envidiosos para justificar mi desgracia, que alimentaba alternando con frecuencia el valle de los furiosos, sin que yo misma me soportara. Y aunque para nada llegué a visitar a los perezosos y al caño de la gula, si tuve algunos coqueteos con la soberbia y el sarcasmo. Empecinada en recorrer mi propio laberinto y mi propia confusión, perdí el rumbo desde el principio, tropezando y avanzando, retrocediendo y cayendo. Fue en una de esas, que choqué con un peñazco, que me lanzó con fuerza a un profundo precipicio que antes no había visto. Caí finalmente desplomada y paralizada por completo. Sólo pude mover mis ojos, que abrí casi al instante, cuando vi un coloso, tan grande como las montañas más altas, cuya cara se asemejaba a la efigie de la entrada, y su cuerpo se veia perfectamente, pero a partir de su cintura, se difuminaba como un genio de las mil y una noches. Casi simultáneamente, oí su tenebrosa voz... , que fuerte, nítida y con sílabas perfectamente vocalizadas, me dijo:

_ QUE HACES AQUI?
_ No sé.......
No sabía porqué contesté asi, tan rápido, tan normal.Si realmente yo quería preguntar.

_ESA NO ES UNA EXCUSA PARA ESTAR AQUÍ. DIME LA VERDAD.
Sentí un escalofrío. No sé si por el dolor o por el miedo que creí tener, pero que inexplicablemente, no sentía. Mi cerebro ya vacío había entregado la guardia. Sentí que la inercia me hacía entender únicamente lo que pasaba en ese preciso instante y nada más, sin considerar el pasado ni el futuro. No le cabía más nada. Solo aquella tenebrosa voz ocupaba mi espacio y mi mente
._ Encontré el desvío sin saberlo y entré sin miedo y por curiosidad.

_ TRAJISTE TU PAGA?
_ Mi paga? ¿A qué se refiere?

_QUÉ EXTRAÑO!
Esta vez su voz fue grave y cortante. Mi cuerpo inundado de sensaciones ahora heladas, yacía aún inerte y prácticamente crucificado en el suelo, extrañamente suave, tibio y confortable. Seguía sin entender porqué no sentía temor.

_CONOCES A DIOS?
Mi corazón se aceleró. Cobró el ritmo experimentado en el portal de entrada. Lo había olvidado! Y también a aquel y aquellas cosas que llamamos Dios.
_Cuál de tantos?

_MUY EXTRAÑO, SIN PAGA Y...
_Qué sucede? ¿Nadie había entrado gratis, o accidentalmente a este lugar? ¿Puede decirme dónde estoy?

_CÓMO ES POSIBLE QUE NO LO SEPA? ¡USTED ESTA EN EL INFIERNO!
_ Quiere decir que estoy muerta?

_ ES UNA DE LAS MAS SIMPLES EXPLICACIONES. PERO USTED NO TRAJO PAGA, NI CUMPLE CON OTROS REQUISITOS. ¡TIENE QUE HABER UN ERROR¡ Apreciaba la jerarquía de aquella enigmática voz, pero aún sin comprenderlo, no me infundaba temor. Sólo me impulsaba a responder.

_HA HECHO USTED ALGO IMPORTANTE?
_Sólo recuerdo las simples, no sé si eso es importante.

_SU CASO NO ES COMÚN, ¿SABE? PERO YA COMPRENDO.
_Entonces, ¿Porqué estoy aquí?

_NO ES EVIDENTE LA RESPUESTA?
Apenas oí eso, aquella gigantesca figura, las colinas, los caños, los valles, arbustos, efigies y praderas, comenzaron a desvanecerse. Ante mí se abría un cielo perfectamente azul y despejado. La brisa rozaba mi cara. Mi cuerpo comenzó a moverse sin ninguna dificultad. Noté que mi espalda reposaba sobre el tupido césped que descubrí en una ladera de mi montaña favorita. Mis brazos estaban abiertos y...

_USTED ESTÁ SOÑANDO! Pude oír ya despierta.
En ese instante, mi cuerpo me entregó en almohadilla roja y bien envuelta, mi voluntad intacta. La apreté a mi pecho llorando y de rodillas, la puse en custodia de mi espíritu, bajo la tutela de mi mente. Lloré hasta sentirme aliviada y finalmente recogí mis trastos y seguí mi camino sin mirar atrás.

...He repetido mi paseo al valle del ocaso inevitablemente, pero ahora es más facil salir y encontrar la salida. He visto de frente mis demonios y no siempre fallo al reconocer, tanto los viejos, como los nuevos. La rueda de la vida es cada vez más amplia, y a su paso, una rendija sigue abierta... pero el cielo es cada vez más ancho, más azul y más brillante.

Palabrasinletras?

Palabrasinletras? ..........

Mil Luciérnagas

Mil Luciérnagas Los días se aceleran en la vetiginosa ciudad...
El tráfico se acumula y la gente agiliza el paso; las colas son interminables y la lluvia me impide caminar sin ser chispeada; el Banco me retrasa el tiempo porque no tiene “línea” y el teléfono público de la esquina no está funcionando.
Tuve que comer mal y caro en la calle, por falta de tiempo para ir a casa a almorzar; las escaleras eléctricas del Centro Comercial están dañadas y tengo que subirlas yo; el jefe vino de mal humor; no encuentro en mis archivos el expediente solicitado; las llamadas son interminables; la computadora está lenta hoy; termino la jornada a destiempo, con retraso.......
Al final de la tarde, el mal humor coquetea con mi ánimo, para retarme a claudicar ante su acoso durante todo este santo día.... pero me hago la que no me dí cuenta...... agarro un atajo en mi colmado ánimo, respiro profundo, cambio mi indumentaria (me quito el disfraz, digo) y emprendo en subida el camino a mi montaña, nuestra centinela de Caracas, nombrada el avila; y subo y sudo y avanzo y jadeo y respiro, pierdo y recupero el aliento, acelerando el torrente que oxigena y renueva... y se revierte en fuerza, en ágil movimiento de jornada sanadora... hasta sentir que no fue tanto, y verme de repente jubilosa, retadora, reconfortada y triunfante en una de sus cimas.... Una vez relajada no dejo de guiñar un ojo al cielo y el otro a la diminuta ciudad que se ve allá abajo, la misma que intentó todo este día robarme la calma; emprendo mi regreso en bajada, cuando ya la noche tendió su manto estrellado...
y sigilosas e intermitentes, entre la oscura maleza, emerge la luz de mil luciérnagas, chispeando las veredas, como compensando la tiniebla, como si hubiesen cobrado vida y bajado las estrellas...
Cada noche, cuando las veo chispear a mi alrededor, siento el privilegio del premio de la vida... siento que toda la basura del día, se esfumó en la nada, desapareció de mi “data” y me repito: ¿Qué importa lo que ya no recuerdo de este día, si todas las noches veo encenderse y apagarse, cual constelación navideña, a las dulces mil luciérnagas??